El área que se encuentra debajo de Klis, al oeste de Rižinice y que de ahí se extiende hacia el Este, hacia el monte Mosor (junto al claro que antes se denominaba Debelo brdo (Debela Glavica) y el río Jadro hasta la ladera de Mravince) y hacia el Sur, hasta el río de Solin, es rico en monumentos de la época romana y medieval. Hace apenas unos cincuenta años, en la parte norte de esa ladera, en el valle que alguna vez estuvo lleno de olivos y viñedos, todavía se podían ver los restos de un viejo camino (¿romano?). Allí también se encontraron en los años 1933-1934 las ruinas de una aldea romana. Se trataba de una rica villa (aldea, terreno) que también estaba habitada en la Alta Edad Media, según lo demuestran las construcciones y los fragmentos de esculturas de la época paleocroata. Era costumbre en toda Europa, y no solo en los confines croatas, que los colonos conquistaran y habitaran los territorios de los habitantes anteriores, especialmente las tierras más ricas. Eso mismo sucedió en Rižinice, en los yacimientos de Kaštela (Putalj, Bijaći), en Podstrana (en Sv. Martin), en Poljičke Jasenice (donde un rico habitante de Split, Petar Crni Gumbajev (Pedro “el Negro” Gumajev) construyó una iglesia y un convento) y en muchos lugares más.
En Majdan además de las ruinas de edificios se encontraron estelas sepulcrales romanas, relieves (el descuartizo del cerdo, III/IV siglo, Museo arqueológico de Split), fragmentos de la época paleocristiana y de la época paleocroata, fragmentos de cerámica (un candil, una urna) etc. Es extraordinario el hallazgo de un baño romano (letrina) con cierre hidráulico.
Antes de que al sitio llegaran los arqueólogos, fueron devastadas cientos de tumbas, en su mayoría de la Alta Edad Media. Después de eso fueron investigadas una treintena de tumbas más. Los hallazgos en estas tumbas, por su numerosidad y su calidad, se enumeran en los más ricos de esa época (entre ellos se encuentran aretes de oro y plata, colgantes de oro, collares). Eso, sumado a la ubicación de la lujosa villa habitada por los colonos, atestigua la existencia de un estrato social alto y rico de la sociedad croata. Por eso algunos autores (L. Katić) creen que este territorio pertenecía al duque.
