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La isla de la Virgen

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En la isla de la Virgen (Gospin otok), que está rodeada por los brazos del río Jadro, se fundó en la Edad Media el primer asentamiento croata. Allí también se erigió el primer santuario mariano en Croacia, que estaba en el lugar donde hoy se encuentra el santuario de la Virgen de la Isla (Gospa od Otoka). Ese primer santuario fue erigido en el siglo X cuando la reina croata Jelena (Helena) mandó a construir allí dos iglesias, la de la Santísima Virgen María y la de San Esteban (Sv. Stjepan). Ese santuario fue también visitado por el papa Juan Pablo II en el año 1998, quién envió el siguiente mensaje a los ciudadanos de Solin “¡Cuiden el tesoro de la fe que la historia les confió!”

Junto a la iglesia parroquial, consagrada a Santa María, hay un yacimiento arqueológico de excepcional valor que hoy se encuentra completamente bajo tierra. A los pies del santuario se extiende un parque que con su simple estilo de horticultura invita a la coexistencia de los ciudadanos con ese espacio en el que, día tras día, hacen eco los gritos infantiles, la risa de los jóvenes y las canciones de los fieles.

Al norte de la actual iglesia de Santa María, bajo tierra, se encuentran las ruinas de la iglesia de tres naves consagrada a San Esteban (Sv. Stjepan). La iglesia fue construida, como era muy habitual en Solin, sobre unas ruinas romanas que se extendían sobre gran parte de la isla en el delta del río. Hay que tener en cuenta que en la Antigüedad, el río de Solin tenía un curso muy distinto al actual. En ese entonces el río atravesaba la ciudad, conclusión que mejor que nada confirman los restos de la llamada “Iglesia hueca” (Šuplja crkva), que habiendo sido la basílica paleocristiana más grande en Salona, hoy se encuentra junto al lecho del río. Desde ya que el río no pasaba por ahí cuando se erigió esa gran iglesia paleocristiana.

Como pasa a menudo, el descubrimiento de esa iglesia paleocroata en la Isla y de la inscripción de la reina croata Jelena (Helena), esculpida en la piedra de su sarcófago, ocurrió de casualidad. Después de que en el año 1875 se incendiara la vieja iglesia, en su lugar en el año 1880 se erigió una iglesia nueva, la actual. Cuando posteriormente en el año 1898 se comenzó con la excavación para poner los cimientos del campanario, fueron descubiertas ruinas de antiguas paredes. Ese descubrimiento llamó la atención del por entonces director del Museo arqueológico de Split, el sacerdote F. Bulić, quien decidió que valía la pena comenzar con las excavaciones. A la brevedad en el atrio de la iglesia descubierta se excavaron los fragmentos de una inscripción, entre los cuales había uno en el que se leía “HEL”. Bulić concluyó que se trataba de la parte delantera de un sarcófago, que estaba totalmente recubierta con una inscripción. Siendo un experto, se acordó de la historia de Solin del cronista de Split, Toma (Tomás) el Archidiácono, en la cual escribe que el noble Dimitrije (Demetrio), llamado también Zvonimir, rey de los croatas, le restituyó a la iglesia de Sv. Dujam (San Domnio), es decir a la archidiócesis de Split, las iglesias de San Esteban (Sv. Stjepan) y de Santa María en Salona, con todos sus bienes. Esas iglesias habían sido construidas por la reina Jelena (Helena), quien donó las mismas a la Iglesia de Split, concediéndole la posesión permanente de las mismas. Como allí se veneraban las tumbas reales, de vez en cuando esas iglesias eran cedidas a algunos monjes para que regularmente celebraran misas allí. En el atrio de la basílica de San Esteban (Sv. Stjapan) también fue enterrado el honorable rey Krešimir junto con muchos otros reyes y reinas.

Unas segundas excavaciones más sistemáticas, realizadas en el año 1972 junto a la iglesia actual y en su interior, así como el citado texto del cronista, aclararon algunas dudas. Gracias a ellas es válido concluir que en la Isla había una sola iglesia dedicada a San Esteban (Sv. Stjepan) y no dos, como se pensaba hasta entonces. En el siglo X, sobre las ruinas romanas, se construyó una basílica de tres naves con un atrio (vestíbulo) en el cual fueron encontrados los fragmentos del sarcófago con el epitafio de la reina. Sabemos con certitud que la iglesia estaba en pie en la época del cronista Toma, porque él la describe detalladamente confirmando que en su atrio estaban las tumbas reales. La iglesia también se menciona en otros documentos de siglos posteriores, por lo cual se puede concluir que fue decayendo, para luego quedar abandonada y finalmente ser derrumbada en la guerra contra los turcos, en el siglo XVI o XVII. Los nuevos habitantes de Solin, colonos que poblaron la ciudad después de que los vénetos conquistaran la fortaleza de Klis, no restauraron la mencionada iglesia sino que junto a sus ruinas construyeron, a comienzos de la segunda mitad del siglo XVII, otra iglesia, la que se incendió en el 1875. Esa última, según L. Katić, fue construida antes del 1670. Esa conclusión se basa en los datos de los libros de la iglesia, donde quedó registrado que el primer bautismo en la isla se realizó en el año 1670, en el día de la festividad de la Natividad de la Virgen.

Según las nuevas investigaciones de A. Duplančić, la iglesia de San Esteban (Sv. Stjepan) está reflejada en las acuarelas de P. Zečević (1807-1876). Sin embargo nosotros consideramos que la modesta iglesia representada hace muchos años en la acuarela de Zečević es una iglesia que en forma y tamaño se parece mucho a las numerosas iglesias que en la época barroca se construyeron por toda Dalmacia.

La iglesia de la Virgen de la Isla (Gospa od Otoka) se menciona en muchos documentos de los siglos XII, XIII, XIV y en los siglos sucesivos. Según esas fuentes frente a ella se conversaba, se otorgaban certificados y se celebraban contratos. Sin embargo, de toda esa documentación no es posible determinar de qué construcción de Solin se trata. Por eso esa localidad sigue siendo objeto de debates científicos. Nuestra opinión al respecto ya fue expuesta.

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