El anfiteatro de Salona fue construido como parte del sistema defensivo de la ciudad en el confín noroeste de la parte urbana de Salona, que posteriormente fue amurallado. Sus ruinas están relativamente bien conservadas (aunque no tanto como las del otro anfiteatro en Croacia, el de Pula), por lo cual le sirvieron de modelo al arqueólogo danés E. Dyggve para su famosa reconstrucción.
Las primeras excavaciones en el anfiteatro fueron realizadas a fines de la primera mitad del siglo XIX por F. Carrara. Además de esa empresa, a Carrara hay que agradecerle las primeras investigaciones sistemáticas de la ciudad y sus excavaciones arqueológicas, que resultaron en la publicación de un libro en el año1850 sobre la topografía de Salona y las excavaciones arqueológicas que hasta ese entonces se habían realizado. Ese libro aún hoy es considerado una fuente muy valiosa y útil. Las excavaciones del anfiteatro se retomaron muchos años después, en tres ocasiones. Las primeras fueron realizadas antes y durante la Primera Guerra Mundial por F. Bulić. Las segundas, del año 1929, fueron parte de los estudios realizados con el fin de editar una gran monografía sobre el anfiteatro, que E. Dyggve publicó en el año 1932. Finalmente, a comienzos de los años ochenta, el anfiteatro fue estudiado por F. Oreb como parte de los trabajos de conservación y restauración de la arena.
Dyggve presupone que el anfiteatro fue proyectado por arquitectos romanos (quienes construyeron edificaciones similares en otras partes) en la segunda mitad del siglo II d.C. Hoy se ven solo las partes inferiores de sus muros masivos, que en buena parte fueron renovados y reconstruidos después de la Segunda Guerra Mundial, en los años 50. En la época veneciana el anfiteatro fue derrumbado adrede para evitar que las tropas turcas que por ese entonces, en los siglos XVI y XVII, estaban en guerra con los venecianos, lo usaran como fuerte. Al igual que en muchos otros lugares, después fue utilizado como “cantera” de la cual se extraía piedra para construcciones.
Se estima que el anfiteatro podía recibir unos 15. 000 espectadores, y quizás unos miles más. Para garantizar que la entrada y salida fueran rápidas y simples, los constructores crearon un sistema de comunicación doble: uno radial en relación a la elipse de la construcción y uno circular en relación a las filas de las gradas. Este sistema es muy habitual en los grandes estadios actuales. Por su ubicación junto a la muralla norte, y en parte junto a la muralla oeste de la ciudad, se presupone que las entradas principales se encontraban en las partes sur y este del anfiteatro, abandonando el esquema habitual de dos entradas en el eje longitudinal Este-Oeste.
La parte norte del anfiteatro fue construida sobre un terreno elevado, por lo cual esos muros fueron erigidos sobre marga sin cimientos (como puede verse incluso hoy), a diferencia de los otros muros. El anfiteatro en el lado sur y parcialmente en los lados este y oeste tenía tres pisos: los primeros dos con arcadas y el tercero con ventanas rectangulares. Muy cerca del anfiteatro, hacia el Sur, había un cementerio donde yacían los gladiadores muertos en la arena. En sus epitafios se pueden leer sus nombres, su origen, su patria y cuál era su especialidad de combate
