Las grandes ciudades del imperio romano, además de los edificios públicos en la plaza central y el foro (la curia, la basílica-juzgado, los pórticos), habitualmente también tenían un teatro que definía el nivel cultural de la ciudad. El teatro en Salona estaba en la parte meridional del primer centro de forma trapezoide, hoy junto a la carretera que conduce desde Solin hacia Kaštela y Trogir. Se conservaron casi todos sus elementos, por lo cual es posible recrear una imagen bastante fidedigna de la construcción.
El teatro fue construido a mediados del siglo I d.C. Las investigaciones las comenzó F. Bulić en el año 1900, mientras que las excavaciones principales las realizó la ya mencionada misión arqueológica danesa, que en esa localidad excavó entre los años 1922 y 1924. Los resultados de esas excavaciones lamentablemente no fueron publicados en su totalidad, por lo cual no es posible exponer un cuadro completo de las investigaciones allí realizadas y de los hallazgos allí descubiertos. El último en escribir sobre el teatro fue D. Rendić Miočević.
El teatro fue erigido sobre una construcción más antigua, probablemente algún santuario cuyas ruinas se pueden ver en la parte sur. Para la construcción, como en el caso del anfiteatro, se utilizó la configuración natural del suelo sobre el que se colocaron filas concéntricas de asientos. Se cree que fue construido en la segunda mitad del siglo I d.C. y que, salvando algunas modificaciones ocasionales, mantuvo su forma hasta la época de Diocleciano, cuando el teatro sufrió grandes cambios. El frente del escenario (scaenae frons) fue decorado suntuosamente (de una manera similar a la que encontramos en algunos edificios en el palacio imperial) y del lado sur se edificó un frente con un pórtico del que se brindaba una vista al puerto de la ciudad. En esa ocasión el escenario también fue adaptado a los nuevos requisitos teatrales. Se trata de la época en la que Salona estaba en su cenit, por lo que los cambios de estilo eran absolutamente lógicos.